La producción independiente europea, contra AgoraEU

في إطار مهرجان سان سيباستيان, diferentes asociaciones europeas que representan a la producción independientes han expresado su preocupación por la propuesta de reglamento AgoraEU, cuya línea MEDIA+ podría poner en jaque “el futuro de la creación independiente europea”.

De acuerdo con los firmantes de esta declaración, entre los que se encuentran organizaciones como APA, CEPI, Eurocinema, PATE, PROA, SPECT o UPFF, entre otros, la reforma propuesta “se aleja significativamente del espíritu fundacional” del programa Creative Europe MEDIA, un éxito europeo durante las últimas tres décadas y una piedra angular en la protección de la diversidad cultural y la creación independiente. El programa parece ahora degradado a un “objetivo específico” de un programa mucho más amplio con un alcance extendido, lo que amenaza su claridad y eficacia.

Concretamente, las productoras independientes europeas consideran que este plan debilita el apoyo a las producciones independientes al eliminar el criterio de independencia, lo que podría favorecer a filiales de emisoras y plataformas; suscita dudas en materia presupuestaria, dado que no está “especificado ni garantizado” y se fusiona con la financiación de los medios de comunicación, y “socava” la soberanía cultural al permitir que entidades de terceros países se beneficien de estos planes de financiación. Del mismo modo, se destaca que la ausencia de mecanismos para consultar a los Estados miembros y a las partes interesadas, así como la centralización de las decisiones en manos de la Comisión Europea, debilitan el papel del Parlamento Europeo y del Consejo.

Para garantizar que MEDIA+ cumpla sus ambiciones y promueva la diversidad cultural de Europa, los productores europeos independientes instan a los colegisladores de la UE a restablecer el criterio de independencia como condición obligatoria para recibir apoyo; separar estrictamente la financiación del sector audiovisual de la financiación de las noticias y la lucha contra la desinformación; restringir el acceso a la financiación a las empresas de países no asociados y no europeos, y reintroducir anexos que especifiquen los diferentes objetivos de apoyo, con el fin de proporcionar al sector previsibilidad y estabilidad sectorial.