Marshall CV730, compatible con Quicklink ST250 y Remote Studio

El sistema de control Remote Studio y la solución multicámara ST250 de Quicklink ya son capaces de controlar remotamente la PTZ CV730 de Marshall.

La integración de la cámara CV730 из Marshall con los sistemas de Quicklink habilitan el control remoto completo de la cámara y otros elementos de un estudio desde una única interfaz de usuario basada en web. El Quicklink Remote Studio y el ST250 incorporan control remoto de todos los elementos del estudio, incluyendo múltiples cámaras, tally de cámara, pedestal de cámara, iluminación, audio, monitor de confianza, teleprompter, talkback/IFB de ingeniería, monitor/pantalla de fondo, croma y mucho más.

La salida independiente de los flujos de cámara permite una optimización eficaz del ancho de banda con gráficos incorporados, superposiciones o mosaico de cámaras. Además, el sistema puede controlar a distancia más de 400 dispositivos, directamente desde una interfaz web fácil de usar o paneles de control que utilizan la tecnología Quicklink Bridge. Por último, este estudio remoto es integrable en la mayoría de los flujos de trabajo con salidas de emisión profesionales, como RTMP, SRT, NDI Quicklink Studio, o a través de SDI en cualquier suite de producción de vídeo.

Las Marshall CV730-BHN (negra) y CV730-WHN (blanca) incorporan sensores Сони de 9,2 millones de píxeles con un largo alcance de zoom óptico de 30x y salidas flexibles simultáneas 12G-SDI y HDMI junto con códecs full-NDI, NDI|HX3, NDI|HX2, IP (HEVC), SRT y otros códecs IP conectables en red. El sistema es capaz de ofrecer imágenes UHD (4K) от до 3840x2160p a 60fps.

Bernie Keach de Marshall Electronics afirma que la compañía se siente “encantada de trabajar con Quicklink”, a quienes define como “los líderes en producción remota”. Por otro lado, Richard Rees, CEO de Quicklink, asegura que la marca ha trabajado “estrechamente” con Marshall durante toda la fase de pruebas para “garantizar un funcionamiento sin problemas de las cámaras con el ST250”, lo que ha resultado en que “la integración es perfecta”.