PRG y la producción audiovisual de grandes eventos musicales: “Ya somos broadcast”

David López, senior project manager del proveedor internacional de servicios técnicos y de producción PRG, aborda la tecnología audiovisual empleada en algunos de los más grandes conciertos a nivel europeo, corroborando cómo soluciones broadcast como cámaras o mezcladores se han consolidado en grandes conciertos, giras y festivales.

Festivales de la talla de Mad Cool Festival, Primavera Sound, Pukkelpop, Creamfields, Wacken Open Air, Soundstorm Mdlbeast Festival o Untold2024; giras de primer nivel como Elton John, Andrea Bocelli, Parkway Drive, Bring Me The Horizon, The 1975, o eventos especiales como el último show de descanso de la SuperBowl o los Grammy Latinos 2023 han contado con el desempeño de los servicios audiovisuales de PRG, compañía que desde 1983 se ha especializado en proveer servicios audiovisuales a los principales artistas y festivales de todo el mundo. Con 42 oficinas en todos los continentes y una cartera que se amplía a eventos corporativos, eventos deportivos, producciones teatrales o incursiones en el ámbito de la televisión y el cine, el brazo español de la compañía se incorporó al grupo en 2011. Desde entonces, ha dejado una profunda huella en el ecosistema audiovisual español compitiendo por un codiciado y expansivo mercado.

El equipo de PRG en España ha sido testigo de la evolución tecnológica de la industria proAV. Poco a poco, ha pasado del “todo vale” a una apuesta por soluciones tecnológicas de alta calidad. Esta búsqueda de la excelencia en un mercado saturado como es el de los festivales, ha educado a un tipo de público ya acostumbrado no solo a despliegues de sonido de primer nivel, sino también a una cobertura audiovisual que basa sus cimientos en el universo broadcast. Los equipos técnicos acuden a las principales ferias broadcast del sector para conformar su oferta y poder ofrecer un despliegue de alta calidad, que abraza la transmisión de señales a través de fibra, cámaras UHD, mezcladores de primer nivel y hasta realizaciones paralelas para poder producir la señal para los asistentes, sí, pero también firmar producciones ad hoc para los miles de seguidores que siguen el show a través de vía streaming.

David López, senior project manager de PRG en España, ayuda a comprender las dimensiones del salto tecnológico de la industria de las grandes giras y festivales en España; entorno que, al igual que la sociedad, se presenta incapaz de la renunciar a las pantallas. “Ya somos todo broadcast”, remarca López en varios momentos de la conversación, dejando entrever cómo el mundo de los eventos musicales en directo puede ser un impulsor de la industria broadcast global, y cómo la apuesta de ferias como ISE a favor de este tipo de tecnología tiene todo el sentido del mundo.

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No solo música: también, tecnología

La influencia de las grandes giras estadounidenses, el abaratamiento de los costes de las soluciones técnicas, la profesionalización del sector o la extrema competencia en el sector musical en España, que en 2023 superó los 100 festivales, son algunos de los factores que explican la mejora de la tecnología en grandes giras y festivales. “Todo es más espectacular”, reconoce López, identificando la creciente ligereza de las pantallas o la consolidación de la tecnología LED en la iluminación como elementos clave del aumento cualitativo y cuantitativo de los recursos audiovisuales en este importantísimo sector cultural.

Los asistentes a estos eventos buscan una experiencia completa que satisfaga sus necesidades sociales, les ayude a convivir con el FOMO y superen sus expectativas visuales y sonoras, una exigencia innata en generaciones que interrelacionan su consumo cultural a su educación audiovisual. Esta se ve respondida directamente por los promotores de festivales y grandes conciertos, y las propias bandas, que conocen al detalle la tecnología que quieren utilizar y cada vez permiten menos contrarriders: “Los requisitos son mucho más específicos. En iluminación se pide mucho Robe, GLP, Ayrton, y a nivel sonido suelen demandar equipos de Meyer Sound o L-Acoustics. Además, los artistas internacionales piden siempre Klang, un sistema de monitoraje inmersivo”.

“Cada vez se da más prioridad al vídeo y a la interacción del vídeo con el artista”.

Este aumento del coste de las producciones audiovisuales también se nota en el bolsillo de los fans, que pueden ver cómo las últimas grandes giras internacionales les suponen un coste de no menos de 100€ por ticket. Sin embargo, (y dejando de lado la cuestión del oligopolio de las productoras estadounidenses) es el precio a pagar por la “calidad” y por un enfoque de conciertos “más inmersivos” que también se extiende a la producción audiovisual. Hace apenas una década, una producción audiovisual de un pabellón de tamaño medio o de un escenario secundario de un gran festival solía ser un añadido a agradecer; ahora, son estándares ineludibles. Como recuerda López: “Antes montabas dos cámaras en el frontal, una cámara al hombre moviéndose sobre el escenario y una dolly, y tenías montado el festival. Ahora, dependiendo de la producción, puedes ir con cinco, seis, ocho o diez cámaras. Cada vez se da más prioridad al vídeo y a la interacción del vídeo con el artista”.

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La captación en los grandes eventos musicales

La captación se configura como un elemento crítico para la planificación de las grandes giras mundiales, pasen estas ofreciendo conciertos en solitario o formen parte de grandes festivales. Al habitual rider técnico en el que se detallaban las necesidades técnicas de un artista o banda, se ha sumado un rider audiovisual en el que se recogen necesidades específicas en lo relativo a soportes, cámaras o mesas de mezclas . Los requisitos, como traslada López, tienen “nombres y apellidos” con tecnologías o dispositivos concretos, siendo definidos por responsables especialmente dedicados a este propósito.

El look cinematográfico todavía no ha llegado a las grandes giras “por los costes de producción extras que suponen”.

De esta forma, se reclaman cámaras de calidad broadcast para ser dispuestos en lugares específicos de la producción; “muchos puntos de PTZ” de alta calidad; cámaras de lápiz o GoPro “para tener a todos los artistas grabados”, y, por supuesto, las grúas, componente fundamental para otorgar dinamismo; al menos, hasta que se eliminen las restricciones con respecto al vuelo de drones por encima de los asistentes a los conciertos. PRG cuenta entre sus soluciones de captación cámaras de Panasonic, Sony y Blackmagic, aunque López reconoce que el camino de PRG pasa por tratar de construir un ecosistema de productos en vez de integrar equipos de diferentes fabricantes. En alguna ocasión, se han llegado a solicitar cámaras ARRI Amira para conciertos especiales o cámaras mirrorless para grabación de directos, pero por ahora no es el estándar: el look cinematográfico todavía no ha llegado a las grandes giras “por los costes de producción extras que suponen”.

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Mejores pantallas y mayor resolución

La llegada del 4K a la gran mayoría de cámaras del ecosistema broadcast hace que compañías como PRG estén preparadas para ofrecer producciones en esta resolución. Eso sí, por ahora, el estándar sigue siendo la resolución Full HD: “Al final, el cliente quiere calidad y precio. Posiblemente quedan un par de añitos para que el 4K se estandarice, pero cuando llegue ese momento estaremos preparados. Todos los nuevos equipos vienen por defecto con entradas 4K, no tienes que estar comprando tarjetas 4K…”.

Aunque no sea un requerimiento por parte de los artistas, el equipo de PRG en España despliega cada vez que tiene la oportunidad señales 4K para aprovechar las pantallas de grandes dimensiones, un área que “ha avanzado mucho” durante los últimos años: “Ya no tienes que contar con una pantalla de un pixel 14 o un pixel 10 como antes; ahora estamos trabajando en exteriores a un pixel de 4.6 con 20 metros o 12 metros de pantalla. Todo depende del pixel pitch que tengas, claro, pero si tenemos la oportunidad, vamos con el 4K”.

López, en cualquier caso, considera que especialmente en el mundo de los grandes eventos musicales, la creatividad es la variable que marca el desempeño de una tecnología u otra. En palabras del senior project manager: “Si tienes una pantalla central y la refuerzas con pantallas a ambos lados de los escenarios en vertical, con el 4K ya no tienes que voltear la cámara como se hacía antes. Ahora puedes aprovechar la resolución para integrar la misma imagen en cada pantalla”.

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La realización de grandes eventos: hacia el ecosistema

Cada vez es más habitual asistir a primera hora a la zona FOH del escenario principal de un gran festival y ver varias superficies de mezcla de vídeo para la realización de cada show. Y es que, como traslada López, la industria se encuentra en un punto en el que “muchos artistas traen a sus propios realizadores”: “Yo puedo realizar con gusto y teniendo en cuenta toda la producción, pero el artista que trae su realizador sabe muy bien lo que quiere: una PTZ aquí, esta cámara con este objetivo, esta posición… Además, van más allá y te pueden pedir un grabador de AJA o de Blackmagic, códecs h.264 y h.265, que si ProRes o si 4:4:4… Cada uno tiene sus peticiones y sus necesidades”.

Por parte de PRG, en aquellas ocasiones en las que reciben el encargo de implementar y realizar un show, la compañía apuesta por el modelo ATEM Constellation de Blackmagic: “Son mesas estables, con calidad y que no fallan. Al final, buscamos crear un ecosistema, conseguir un flujo de trabajo y buscar la versatilidad: al tener tres o cuatro M/E en un mismo panel, podemos gestionar varias realizaciones: la pantalla del centro, la de los laterales…”.

El complejo entramado de producción audiovisual se completa con un transporte de señales a través de fibra, con capacidad de duplicado de señales si es necesario para así esquivar las limitaciones de la interconexión vía SDI o HDMI; la disposición de servidores de vídeo coordinados con la realización para gestionar toda la producción visual del bolo, o una realización paralela para la emisión del concierto vía streaming: “La realización nunca puede ser la misma. Queremos hacer sentir al espectado inmerso en ese mundo desde fuera, y eso no se puede hacer con lo mismo que aparece en las pantallas del espectáculo”.

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5G, mochilas, RF… ¿también en los grandes conciertos?

Por ahora, las grandes giras y festivales del mundo musical ha adoptado cámaras, mezcladores, switchers, grabadores, accesorios, plataformas de streaming o servidores procedentes del universo broadcast. Esta fuente de inspiración directa se extiende a la observación por parte de López de otros recursos frecuentemente utilizados por las radiotelevisiones en las coberturas externas de eventos.

El uso de mochilas de retransmisión o la aplicación del network slicing o redes 5G privadas para reducir cableado en grandes producciones, contar con ángulos únicos y todo con baja latencia, puede ser una realidad a medio plazo, pero por ahora cuenta con limitaciones. López aporta los detalles: “Puedes tener un equipo LiveU y reducir los cables transmitiendo una señal por 5G, pero al final supone al cliente un coste. Cuando se estandaricen estos recursos y los precios bajen, que deberían hacerlo, será una opción”.

Los radioenlaces son una alternativa probada, y, de hecho, López reconoce el uso de soluciones de fabricantes como Teradek o Hollyland en algunos de los otros eventos que produce PRG. Sin embargo, su uso sobre las tablas supone riesgos que ningún profesional está dispuesto a asumir: “Pueden ir bien en las pruebas, pero cuando llega el concierto, la interconectividad inalámbrica no funciona”. Ante esta situación, el senior project manager de PRG reclama la necesidad de una “banda exclusiva para aplicaciones broadcast” para poder ampliar las posibilidades de la producción.

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Cuando la tecnología ya no es el limitante

Para López, hace tiempo que el universo de la música en directo ha dejado las soluciones proAV para apostar definitivamente por la tecnología broadcast. La exigencia de una mayor calidad de producción ha sido fundamental, por supuesto, pero también el abaratamiento de las soluciones: “Antes, comprarte una cámara broadcast implicaba el gasto de un cuerpo de 30.000 euros y una óptica de 20.000. Ahora, con 100.000 euros puedes llegar a tener hasta una unidad móvil. Dentro del broadcast tendrás alternativas más caras, pero hay otros equipos que ya te proporcionan una buena calidad y resoluciones 4K o 6K con calidad decente y precio asequible. Es igual con los mezcladores: antes no sabías que mesa te ibas a encontrar. Ahora, el estándar de calidad ha subido bastante”.

“Podemos hacer lo que te imagines. Estamos en un punto en el que, si quisieras rodear un estadio con pantallas de LED, lo podrías hacer técnicamente”.

Este acceso a soluciones de producción de calidad broadcast a un coste contenido conviven con unas giras y conciertos en los que la tecnología audiovisual persigue incansablemente la espectacularidad. La creatividad y el presupuesto se han convertido en los únicos condicionantes que permiten crear escenarios con dimensiones inimaginables, escenarios consistentes en pantallas LED con todo tipo de contenido o cientos de luminarias coordinadas con cada detalle de la producción: “Ahora, las producciones te dicen “quiero hacer esto”, y nuestro papel es hacerlo realidad”, comenta López.

Crear 180 metros de escenario para un festival de Abu Dhabi, conseguir que Rihanna o Beyoncé aparezcan volando en la Super Bowl o que Taylor Swift tenga un escenario con pantallas LED móviles… Todo es posible, y la tecnología broadcast contará con un rol cada vez más importante para no perder un solo detalle de los mayores acontecimientos socioculturales de nuestro siglo: “Hablamos de producciones a largo plazo que requieren equipos de I+D muy grandes, como el que afortunadamente tenemos. Podemos hacer lo que te imagines. Estamos en un punto en el que, si quisieras rodear un estadio con pantallas de LED, lo puedes hacer técnicamente. Antes tenías unos límites de resoluciones, pero ahora si quieres mover 40.000 píxeles x 1080, si tienes que poner 25 servidores Disguise, lo pones. Ya no existen esas limitaciones”.

Un reportaje de Sergio Julián Gómez

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