La Canon EOS C400, puesta a prueba en entornos virtuales y configuraciones multicámara
La cineasta Sarah Thomas Moffat y director Brett Danton han testado la cámara EOS C400 de Canon en diferentes entornos de alta exigencia: desde una grabación en solitario, hasta configuraciones multicámara, pasando por producciones VP.
Moffat cuenta con más de 25 años de experiencia en largometrajes, anuncios, televisión y, recientemente, producción virtual. Ha ganado numerosos premios, entre ellos varios a la mejor cinematografía por el cortometraje canadiense Boundless. Recientemente, la cineasta escogió la EOS C400 para grabar entrevistas íntimas con luz natural, confiando en el enfoque automático Dual Pixel CMOS AF II de la cámara para mantener al sujeto enfocado.
En este caso pudo filmar sola, utilizando una EOS C400 como cámara principal y una EOS C70 junto a ella para los cortes. Para supervisar y controlar ambas cámaras, se sirvió de la aplicación Multi-Camera Control de Canon, con la cual pudo controlar la exposición, los filtros ND y el inicio y la detención de la grabación. De este modo, no fue necesario disponer de otro operador ni distraer al sujeto o interrumpir la conversación para ajustar un parámetro: “Cuando realizo documentales, es importante para mí que la persona se sienta cómoda. Las personas entrevistadas no siempre están acostumbradas a los platós, y compartir una parte muy vulnerable de tu ser puede llegar a resultar suficientemente abrumador sin toda esa enorme cantidad de tecnología, micrófonos y gente mirando”, explica.
La cineasta también utilizó la EOS C400 para filmar una actuación en directo que planteó “algunos retos de iluminación realmente extraordinarios”, sobre todo a la hora de preservar los diferentes tonos de piel de los actores en un entorno cambiante y de gran contraste. En este caso, los 16 pasos de rango dinámico del sensor 6K Full Frame BSI y el ISO de base triple superaron estos retos, proporcionando incluso más rango del que esperaba, con tonos oscuros muy suaves y sin ruido.
Para esta representación teatral, Moffat apostó por una configuración multicámara. Sarah utilizó cuatro cámaras, todas ellas conectadas a través del protocolo XC a un controlador RC-IP1000 de Canon. Tal y como recuerda: “Podía ver las señales de las cuatro cámaras, asegurarme de que coincidían y controlar el zoom, el iris, los filtros ND y todo lo necesario en cada una de ellas, así como aislar una cámara y ajustarla mientras el operador se centraba en seguir la toma”.
Producción virtual, con la EOS C400
En materia de producción virtual, la EOS C400 ofrece salida de metadatos del objetivo en tiempo real y corrección de la distorsión desde la cámara a Unreal Engine gracias al complemento Live Link de Canon: “Nuestra escena se desarrollaba en el espacio exterior. Teníamos un punto de luz que procedía de una estrella situada a un lado, y luego añadimos un muro móvil al que incorporamos destellos procedentes de cometas animados que pasaban volando. Así que teníamos luces, negros, sombras, contraluces, destellos, reflejos… todo lo que se podía meter en esa toma”.
Para la cineasta, la EOS C400 encajaba perfectamente en estos contextos. “Es muy compacta y facilita el trabajo; además se le puede añadir o quitar equipamiento. Usarla con los objetivos de cine de Canon resultó ser una experiencia realmente hermosa. También dispone de calibración interna de objetivos, por lo que puedes cambiar de objetivo principal sin tener que volver a calibrar los objetivos, algo que antes llevaba bastante tiempo”, añade.
El experimentado cineasta y director Brett Danton coincide con la valoración de Sarah. Brett ha trabajado en campañas mundiales para grandes marcas y ha rodado con cámaras EOS Cinema en numerosas ocasiones. Al igual que Sarah, también utilizó la EOS C400 en una producción virtual, filmando acción en directo frente a un conjunto de pantallas LED que mostraban fondos en 3D creados con IA generativa: “Las escenas eran bastante oscuras. Contábamos con una iluminación mínima y trabajábamos con la luz que salía del escenario de volumen”, comenta Danton.
En estas condiciones, la EOS C400, con sus 16 pasos de latitud, proporcionó una reproducción del color y una profundidad de imagen “perfectas”: “Normalmente habría esperado bastante ruido, y no percibí ninguno. El sensor 6K Full Frame BSI y el filtro de paso bajo integrado eliminan el efecto muaré”. En cuanto a la calidad de imagen, Danton comenta: “Normalmente tenemos que forzar mucho más el metraje en posproducción para lograr colores y detalles, pero aquí, sinceramente, aparte de aplicar un archivo LUT y un grado de luz, no hemos tenido que hacer demasiado trabajo para obtener una imagen realmente hermosa”.
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