Adiós a Manu Leguineche

Considerado como el decado del periodismo de guerra español, marcó una nueva forma de hacer reporterismo en el programa de TVE, ‘En Portada’.

Manuel Leguineche, ha fallecido este miércoles en Madrid tras varios años conviviendo con la enfermedad. El veterano periodista nació en Vizcaya en 1941 y estaba considerado como el decano del periodismo de guerra español.

Fundador de las agencias Colpisa y Fax Press, Leguineche contó las historias de la gente a través de la propia gente con sus testimonios reales. Gran reportero y contador de historias, escribió casi cuarenta libros centrados en viajes y en la cobertura de conflictos bélicos. Personalmente tuvo ocasión de presenciar y transmitir algunas de las crisis y conflictos bélicos más desgarradores del siglo XX. Sus experiencias abarcaron desde la revolución de Argelia, en 1961, hasta la guerra entre India y Pakistán (1965), Guerra de Vietnam, Líbano, Afganistán, Bangla Desh o la Nicaragua sandinista en 1978.

Inició su trayectoria profesional en el semanario Gran Vía, de Bilbao. Con posterioridad, trabajó como corresponsal y enviado especial en el diario El Norte de Castilla, siendo su director Miguel Delibes, así como en Televisión Española, donde entre otros trabajos dirigió En Portada.

El reportero vasco recibió los premios Nacional de Periodismo, Pluma de Oro, Cirilo Rodríguez, Ortega y Gasset, Godó y Julio Camba, entre otros. En 2007, el Gobierno le distinguió con la Medalla al Mérito Constitucional.

El presidente de la Academia de Televisión, Manuel Campo Vidal ha destacado al conocer la noticia que “Manu Leguineche fue un maestro de periodistas, ejemplo de honestidad, independencia y compromiso”.

Para el reportero Evaristo Canete su pérdida ha sido un duro golpe personal: “Ha sido el maestro del reporterismo español y un referente en el periodismo mundial. Como persona nadie hablará mal en la profesión de él. Coincidimos en muchos viajes: Ruanda, Argentina… Siempre que ibas a alguna parte él ya había estado”.

La periodista Rosa María Calaf ha destacado que ya era un referente cuando ella empezó: “Siempre me pareció un ejemplo de lo que hay que hacer el periodismo. Siempre estaba en el lugar donde pasaban las cosas. Hoy se echa de menos en la profesión el estar sobre el terreno”.

Por último, el periodista Diego Carcedo ha expresado que “ha muerto el mejor de todo el equipo de reporteros de una generación. El mejor, al que todos admirábamos y del que siempre aprendíamos. Es una pérdida irreparable. Nos queda el consuelo de su recuerdo y su ejemplar trayectoria”.