El equilibrio de realismo y lenguaje cinematográfico en ‘La sociedad de la nieve’ da a Alain Bainée su segundo Goya a Mejor Dirección de Arte

Más de diez años después de conseguir el Goya a la Mejor Dirección de Arte por ‘Blancanieves’, el creativo francés Alain Bainée ha renovado su corona en lo más alto del cine español en los Goya 2024 con su metódico trabajo en ‘La sociedad de la nieve’ de J. A. Bayona.

La construcción de hasta cinco réplicas del avión Fairchild 571 a partir de los planos originales de la nave, tres dedicados al fuselaje y otros dos a momentos previos al accidente, ejemplifica la atención al detalle de Bainée, que ha encontrado en J. A. Bayona un complemento ideal a su utópica búsqueda de la perfección.

Ya estuviera ubicado a 2.500 metros en la estación de esquí de Sierra Nevada, a nivel del mar o en una nave industrial dentro de la propia estación, esta estructura imprescindible en la narración de La sociedad de la nieve ha ido evolucionando siempre con el propósito de transmitir “verdad” para generar en el espectador “esa especie de experiencia inmersiva”.

“Partimos de un concepto orgánico y artístico, e imaginamos al avión como a un animal: era una ballena varada en la arena que va muriéndose poco a poco. La realidad era que en un ambiente tan limpio el avión no se estropeó en esos dos meses, pero sí es cierto que nosotros trabajamos en ese deterioro para que la narración fuese orgánica”, traslada Bainée.

Para el creativo de origen francés, la evolución las texturas y aspecto de las tres aeronaves fue uno de los ejes fundamentales con los que el departamento artístico logró subrayar las líneas argumentales de la película.

En paralelo, el equipo de arte de La sociedad de la nieve realizó decenas de iniciativas adicionales para equilibrar la verosimilitud con el lenguaje cinematográfico de la cinta del cineasta español. Desde la elección de la paleta cromática (“muy compleja, en la que obviamos completamente en la montaña para volverlo a recuperar fuera”), hasta el trabajo en los “detalles o los props”. Para muestra, un botón: los sacos de dormir que aparecen en la película se elaboraron a partir de telas aislantes y el hilo de cobre de los cables del avión: los mismos materiales que los protagonistas encontraron en la chapa de la cola del fuselaje.

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