La ganadora de la Palma de Oro en Cannes, ‘Anatomía de una caída’, finalizada con DaVinci Resolve Studio

Nominada en cinco categorías de los Premios Óscar y ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes, ‘Anatomía de una caída’, empleó DaVinci Resolve Studio de ブラックマジックデザイン para finalizar este drama familiar atrapante que devela la sorprendente implosión de una familia común y corriente.

Dirigido por Justine Triet, su cuarto largometraje cuenta la vertiginosa historia de una mujer acusada de asesinar a su marido y está ambientado en un entorno sofocante. El etalonaje estuvo a cargo de la colorista Magali Léonard (Chroma Shapers) en M141, quien empleó DaVinci Resolve Studio para mostrar el detrás de escena de su trabajo en este proyecto, en el cual debate sus desafíos artísticos y técnicos.

Léonard explica que “Justine y el director de fotografía Simon Beaufils se pusieron en contacto conmigo durante las pruebas de cámara, antes de comenzar el rodaje. Previamente había colaborado en el etalonaje de la película Sibyl de Justine, en la cual Simon también fue el director de fotografía. Este proyecto marcó mi segunda participación en un proyecto con ella y la sexta con Simon”.

El director y el responsable de fotografía estuvieron involucrados en todo el procesamiento de las imágenes, y gracias a la colaboración y al diálogo entablado con ellos, Léonard tuvo la posibilidad de plasmar las ideas particulares de la película durante el etalonaje. “Fue un proceso estimulante y muy interesante”, reveló.

La visión plasmada

Para su película, Justine imaginó una narrativa real y contrastante que adopta las imperfecciones y los defectos, a fin de crear algo más carnal y sensual. Su visión se destacó particularmente en las escenas del juicio y está caracterizada por los tonos de piel ruborizados, la transpiración y el cansancio evidente.

“Canalicé todo eso y las directivas de Simon con respecto a la estética, y presté especial atención a los rostros y tonos de piel. Colaboramos de cerca a fin de establecer una estética, comenzando con pruebas de cámara exhaustivas durante la preproducción, las cuales incluían el vestuario, el maquillaje y la peluquería”, expresa Léonard.

En las etapas iniciales del proyecto, Beaufils grabó dos pruebas en cinta de 35 mm con dos perforaciones, con el propósito de que Léonard pudiese acercarse a cómo luciría la película al calibrarlas de manera digital. “Esto funcionó como base para descubrir el estilo y la identidad visual de la película”, destaca.

Léonard admitió que Triet y Beaufils optaron por una cámara más grande con objetivos anamórficos Hawk V-Lite, a pesar de la relación de aspecto de 1.85 del largometraje. “Los objetivos aportaron una amplia variedad de colores, destellos y desenfoques únicos a fin de ayudar a atenuar la nitidez digital del sensor. Simon fue fantástico al momento de colaborar, ya que creó imágenes hermosas que transmitían emociones complejas”, continúa.

“Mi enfoque ante la estética fue repetitivo, dado que jugué con el contraste mediante el uso de curvas personalizadas en DaVinci Resolve, y luego con los colores, la saturación y las luces. Posteriormente, añadí cierta granulosidad para de lograr una apariencia más pronunciada, la cual aplicamos desde los copiones en adelante, que nos brindó una buena base para la identidad general de la película”, señala Léonard.

Ajustes precisos y colaboración

En las etapas posteriores del intermedio digital, Léonard volvió a los nodos que había empleados para establecer la estética, a fin de realizar ajustes precisos en su trabajo. “Me animé a implementar sugerencias más atrevidas, al ajustar las tonalidades de las zonas claras y las luces especulares mientras agregaba una difusión sutil. Por ejemplo, aumenté la saturación de los azules y, al mismo tiempo, conservé cierta crudeza en el diseño del set y el vestuario”, explica.

Para las escenas del juicio, el etalonaje evolucionó hacia un estilo más pesado y cálido con tonalidades doradas, a medida que se iba desarrollando la audiencia. “Era importante destacar los rostros de los actores mientras se preservaba la apariencia inicial de una estética un tanto brusca y texturada, un material palpable y vivo”, revela Léonard. “Me gustaba la idea de permitir que las imágenes expresaran su mejor potencial durante el desenlace de la historia”.

“Durante el etalonaje, fuimos al cine Max Linder varias veces para ver la película en la pantalla grande, que ofrece una perspectiva distinta de la estética y nos permite realizar ajustes precisos en la apariencia final. Por ejemplo, observamos en esas proyecciones que podíamos mejorar algunas escenas al aumentar la saturación o el contraste”, concluye Léonard.

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