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https://www.panoramaaudiovisual.com/en/2013/12/11/qed-llena-los-shepperton-studios-de-realismo-cinematografico-gracias-a-unos-proyectores-christie-hd8k/

La tecnología de Christie permite crear para la película ‘Last Passenger (El último pasajero)’ un telón de fondo que recrea las vistas desde un tren a 160 km/h.

QED. Last Passenger

QED. Last PassengerLos proyectores Christie HD8K 3-chip 1920 x 1080 HD han completado una de sus giras más inusuales al desplegarse en un plató cinematográfico de los Shepperton Studios para contribuir al rodaje de Last Passenger (El último pasajero), un nuevo filme del cine independiente británico.

Los cuatro proyectores fueron clave para dotar de realismo a este thriller claustrofóbico protagonizado por Dougray Scott y Kara Tointon, dirigido por Omid Nooshin y con guión de Andrew Love y del propio Nooshin.

La acción tiene lugar a bordo de un tren de cercanías entre la estación londinense de Charing Cross y la localidad de Hastings, un viaje de 90 minutos y consecuencias terroríficas.

Para crear un fondo de rápido movimiento, Zack Winfield, productor junto a Ado Yoshizaki Cassuto de la película, decidió, en lugar de recurrir a la trillada y no demasiado convincente técnica cinematográfica de la “pantalla verde”, consultar a QED, un partner de Christie dedicado al alquiler de equipos para artes escénicas.

Winfield admite que “queríamos crear un entorno que diera a los pasajeros posibilidad de reaccionar frente a él y que supone, de hecho, un regreso a los métodos que se empleaban hace veinte años, pero con tecnología de hoy, consiguiendo hacer creíble durante 90 minutos todo lo que se ve por las ventanillas del tren. Una sensación de realismo que la pantalla verde no logra transmitir, en parte por la falta de reflejos en la ventanilla pero también porque el entorno falso resulta poco convincente para los actores. Pero además, el coste de recortar veinte ventanillas y sustituirlas con imágenes en movimiento CG (gráficos 3D por computadora) habría resultado prohibitivo. Sabíamos que recurriendo a la proyección lograríamos un realismo mucho mayor”.

Sin embargo, los componentes del equipo de producción no sabían muy bien cómo poner en práctica la idea. La solución vino cuando Angus Hudson, director de fotografía de la película, les informó de la celebración de PLASA, una muestra de tecnología instalada en el recinto ferial de Earls Court.”«Él, que conocía los productos Christie, nos dijo que esa gente sabe lo que hace. Y allá fuimos. Contactamos con Christie y también con UVA (empresa de procesamiento), que nos remitieron a QED”, añade Winfield.

QED. Last Passenger

Resultado hiperrealista

El resultado han sido cuatro dispositivos móviles de retroproyección dotados de unas pantallas de 4,8 x 2,7 metros (con una relación de aspecto de 16:9), concebidos ex profeso para el plató H de Shepperton y alimentados con cables de fibra de 150 metros, de forma que la torre pudiera moverse con toda libertad sin miedo a quedarse sin cable.

Los proyectores debían, en primer lugar, superar unos tests de frecuencia y de compatibilidad de velocidad de imagen con el servidor, de temperatura de color, de relación de contraste y de balance de luz; unas condiciones vitales ya que gran parte del rodaje del filme tenía lugar durante la noche. Christie cumplía todos esos requisitos.

QED. Last PassengerEl contenido de lo que debía verse por las ventanillas a 160 km por hora (y que, comenzando en el Puente de Hungerford y el London Eye junto al Támesis, comprendía paisajes urbanos y rurales, estaciones de ferrocarril y otro tipo de material fílmico) se había rodado con antelación e incorporado al servidor UVA D3, cuyas cuatro salidas HD sincronizadas alimentaban los cuatro proyectores, cada uno de ellos dotado de una lente 1.1:1.

El director de QED, Paul Wigfield, declara que su empresa se sintió atraída por el proyecto en cuanto vieron el tráiler online: “Zack Winfield sabía que necesitaba una proyección de al menos 8K HD, y no dudamos en recomendarle nuestros proyectores Christie. Los criterios principales eran el brillo, el contraste y la resolución. Cuando se trabaja en cine, las lámparas xenón proporcionan el brillo y los proyectores el contraste”.

Durante las pruebas se descubrió que la paralaje de la imagen proyectada fallaba al traspasarse un ángulo de cámara de 45 grados en relación con la ventana. Por ello, para intentar conseguir, desde dos vagones inmóviles, un barrido completo, las placas traseras que se emplean en retroproyección se rodaron en tres ángulos a cada lado de un tren real en movimiento.

El resultado es que las pantallas y el material rodado se ajustaban a las exigencias de rodaje del interior del tren. Así, si hacía falta un barrido a lo largo del tren, las pantallas se situaban a un ángulo de 45 grados a cada lado del vagón, con el material proyectado en la pantalla filmado también a 45 grados, consiguiendo de ese modo cubrir el espectro del movimiento sin que la paralaje fallara.

Otro desafío para los ángulos de cámara del interior de los vagones (algunos con una longitud de 20 metros) era el que se derivaba de la existencia de las veinte ventanillas. Para resolverlo, se colocaron dos pantallas de proyector a cada lado del tren, con un retardo de un par de imágenes programado en el D3 entre ambos proyectores, consiguiendo el efecto de que el paisaje pasaba de una ventanilla a otra y creando una sensación de movimiento extraordinariamente realista.

Richard Porter, de QED, que se encargó de supervisar la instalación, admite que “el balance de blancos arrojó 3200K, una magnitud que usamos para efectuar la instalación y entrenar a Hugo Peers, el supervisor de la proyección, quien concluyó que era necesario equilibrar la atención al detalle de color en los cuatro proyectores”.

Zack Winfield supo de inmediato que su opción de proyector era la correcta: «Aunque estábamos confiados en que la proyección aguantaría la visión de alta velocidad de entornos urbanos y rurales (en donde el desenfoque fruto del movimiento ayuda a conseguir una sensación de realidad), nos quedamos de una pieza al comprobar el excelente resultado de una escena en la que el tren se detiene en una estación muy iluminada, con personas (proyectadas) esperando en el andén: era mucho más de lo que podíamos esperar de esta tecnología».

Todos los profesionales consultados coinciden en el impecable funcionamiento de los proyectores Christie HD8K. Para Porter: “son siempre uno de nuestros favoritos, y en esta ocasión, con un entorno de lo más polvoriento, aguantaron todo un mes de condiciones adversas sin dejar de funcionar. Casi todas las escenas tienen detrás un proyector Christie haciendo el trabajo”.

Zack Winfield se muestra de acuerdo: “La verdad es que, sin ayuda de Christie, de UVA y, por supuesto, de QED, que fueron extraordinarios, no podríamos haber rodado esta película. Tuvimos que aprender desde cero, pero nunca pensamos que íbamos a conseguir un resultado tan convincente como el que hemos alcanzado. Y lo que más nos sorprendió fue todo lo que se puede lograr con los propios proyectores Christie, como el desplazamiento electrónico de la lente, que fue toda una revelación. También nos impresionó su resistencia y la homogeneidad del brillo”.

Winfield cree que la proyección demostró ser un recurso mucho mejor para los actores. “De hecho, me gustaría que esta fuera la solución futura a la hora de rodar filmes de bajo presupuesto [al contrario de la carísima generación de imagen por computadora]. Veo posibilidades de uso masivo para esta tecnología”, sostiene.

Por último reseñar que QED ha recibido ya el encargo de recrear el mismo efecto en otra película británica cuyo rodaje ya está en marcha.

El making of

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=UNM5yzquLUA[/youtube]

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Pour • 11 Dec, 2013
• Section: Cinéma / Technique, Écrans, Projection