La otra cara de las Smart Tv

La fragmentación, combinada con el ciclo de actualizaciones de producto y la velocidad a la que las competitivas plataformas auxiliares están dando el salto a las Smart TVs, hace que los broadcasters se enfrenten a importantes retos a pesar del rápido incremento de ventas de plataforma.

A pesar de la creciente demanda por los televisores inteligentes, según un estudio de TDG, los televisores inteligentes no disfrutarán de gran éxito en lo que se refiere a nuevos ingresos obtenidos de estas plataformas de red interconectadas.

Un aspecto que destaca este informe es que sólo con la fragmentación que suponen, los ingresos publicitarios reportarían unas perdidas de unos mil millones de dólares al año. Esta tendencia frustra en cierto modo a los anunciantes a la hora de decidir qué plataformas deben soportar y cómo mejor integrar múltiples salidas en su flujo de trabajo.

Aún así las apariencias pueden engañar. A pesar que el uso de las Smart TVs se extenderá de forma importante durante los próximos cinco a diez años, a la vez que envejecen los viejos televisores, aparecerán nuevas aplicaciones y servicios que no podrán ser soportados por el portal embebido de una Smart TV. De hecho, esto ya esta sucediendo, para asombro de aquellos que fueron los primeros en comprar una Smart TV.

Inevitablemente esto alejará a los consumidores de sus propósitos en lo que se refiere a su Smart TV para usos de red a televisión, llevándoles a adquirir aparatos menos costosos como las consolas de juego habilitadas para la red, Blu-ray e iSTBs. Así, sería mucho menos probable que los consumidores en busca de las últimas prestaciones OTT sustituyan sus grandes pantallas Smart HD, que les han costado unos dos mil dólares y que tienen plataformas con un ciclo de vida útil de ocho a diez años, a que se gasten cien dólares en un nuevo dispositivo, con un ciclo de vida de dos a tres años, para añadirlo a su actual sistema de televisión.

La fragmentación, combinada con el ciclo de actualizaciones de producto y la velocidad a la que las competitivas plataformas auxiliares están dando el salto a las Smart TVs, hace que los broadcasters se enfrenten a importantes retos a pesar del rápido incremento de ventas de plataforma.