Paisajes sonoros desde los árboles más altos, con Sennheiser

El experto en sonido natural Thomas Rex Beverly desplegó una amplia selección de micrófonos de condensador Sennheiser MKH RF para descubrir los sonidos ocultos de un antiguo bosque de secuoyas.

Entre marzo y octubre del año pasado, Beverly escaló los gigantescos árboles de un bosque de secuoyas en el corazón de las montañas de Santa Cruz, California, para capturar su rico paisaje sonoro a diferentes alturas. En este proyecto, no solo buscó documentar el sonido ambiental de un bosque virgen y los sonidos sutiles e íntimos de una de las secuoyas, sino también preservar y compartir la esencia auditiva del antiguo ecosistema de las secuoyas.

Entre las herramientas que Beverly utilizó para este proyecto se encuentran los micrófonos Sennheiser MKH 8000 Series, que eligió por su claridad, amplia respuesta en frecuencia y capacidad para capturar sonidos ambientales con matices en entornos difíciles. Concretamente, escogió los MKH 8020, MKH 8030 y MKH 8040 en varias configuraciones.

Dada la imponente altura de las secuoyas, capturar el sonido de múltiples capas verticales era fundamental. Durante diez días, Beverly colocó varios micrófonos in it bosque para captar diversos sonidos ambientales. La instalación incluyó micrófonos omnidireccionales espaciados, la configuración ORTF doble y experimentos con el micrófono ambisónico Sennheiser AMBEO VR, que se utilizó para captar audio espacial en el paisaje vertical de los árboles.

Uno de los aspectos innovadores del proyecto de Beverly fue el uso de matrices de micrófonos 3D. Construyó una configuración 4.0.2 con cuatro micrófonos omnidireccionales MKH 8020 dispuestos en forma cuadrada al pie del árbol, con dos MKH 8040 encima. Esta disposición se diseñó para capturar el elemento vertical del paisaje sonoro del bosque, añadiendo profundidad y dimensión a las grabaciones. Además, Beverly instaló un conjunto similar en la copa del árbol para grabar sonidos de la copa e integrarlos en una mezcla 3D.

A pesar de los desafíos físicos, Beverly encontró la experiencia profundamente gratificante: “Es una de las configuraciones más complejas que he realizado, pero también una de las más singulares. Nadie ha intentado jamás capturar los sonidos desde la tirolina de una secuoya”.